miércoles, 2 de octubre de 2013

ME CONTARON DE VILAS, CONTARÉ DE NALBANDIAN

"EL HOMBRO NO DA PARA MÁS".
Fueron las palabras
que dio para justificar su decisión
David Nalbandian anunció públicamente su retiro del tenis profesional. Las dos exhibiciones de noviembre en las que enfrentará a Rafael Nadal tanto en su Córdoba natal como en Buenos Aires serán las últimas dos funciones de este mago de la raqueta.
Mentiría si dijera que esta decisión sorprendió. Si bien el impacto de su confirmación fue fuerte, todos sabíamos que esto podría llegar a pasar. Las continuas lesiones que sufrió  principalmente en el último tiempo sirven de sustento como para ponerle fin a 13 años de una impecable carrera. Para los que amamos el tenis es triste,  pero bajo estas circunstancias volver a verlo jugar era casi una utopía.
Irrumpió en el circuito llegando nada más ni nada menos que llegando a la final de Wimbledon con tan solo 20 años, algo que no consiguió ningún otro argentino. Aquella definición perdida ante el entonces número uno del mundo Leyton Hewitt auguraban años de glorias. Y vaya si se cumplieron. Llego a las semifinales en todos los torneos de Gran Slam marcando otro record a nivel nacional y llegó a ser el tercero en discordia en el ranking cuando la dupla conformada Roger Federer y  Rafael Nadal estaba en su mejor momento y lo dominaba a piacere. Aquella tercera posición mundial alcanzada en 2006 es solo superada por la segunda (debería haber sido primera)  de Guillermo Vilas a fines de la década del 70. Otro pergamino más para el cordobés.
Las más de 380 victorias, los 11 títulos en su carrera y, principalmente, su inmenso talento para hacer lo que quiere cuando quiere con  la pelotita y la raqueta son reconocidos en el mundo entero. No fueron pocas las veces en las que los mejores del mundo admitieron que cuando jugaban en contra de él eran víctimas de golpes pocas veces vistos. Federer, Nadal, Ágassi, Moya, (por solo nombrar unos muy pocos) alguna vez sucumbieron ante el crédito de Unquillo que a base de su calidad se ganó su lugar entre los grandes.
SE DERRUMBÓ. Momento en el que gana
la final de Master ante Federer en 2005.
Cómo olvidar aquella vez en la que, admitido por el mismo Nalbandian, tuvo que cambiar su equipo de pesca preparado para sus vacaciones por el raquetero cuando llegó la confirmación de que por las bajas de algunos jugadores entraba por la ventana al Copa Master de Shanghái. Debía disputar de manera inesperada el torneo de fin de año en el que solo se enfrentan los mejores de cada temporada. Por suerte se sacó rápido el rápido el chip de las cañas y las carnadas para pescar el título más importante de su vida en China. Su victoria  en la definición sobre el gran Roger en el mejor año del suizo  lo catapultó al estrellato definitivo.  No fue la única vez que fue el verdugo del mejor de la historia: lo venció en la definición de su primer título Master 1000 en Madrid en 2008 semana anterior a lo que fue su segunda conquista en este tipo de torneos en el que barrió a Rafael Nadal en el encuentro cumbre disputado en París. Cerró así dos semanas de ensueño.
PURA EMOCIÓN. Las lágrimas de alegria
posteriores a la victoria ante Soderling en
el Parque Roca. Una de sus mejores en Davis.
 Párrafo aparte merece su relación con la copa Davis, una historia de amor no correspondido. Sin dudas David fue el mejor jugador argentino en el certamen por equipos más importante.  Si bien en cuanto a record positivo también está debajo de Vilas creo que la manera de jugarla cada vez que le tocaba, los triunfos que consiguió y el reconocerla como prioridad antes que el circuito lo hacen acreedor del ser reconocido como el mejor de todos. Desde el tremendo y exitoso debut que tuvo en Rusia ganando un histórico partido de dobles con Lucas Arnold, pasando por la paliza que le dio a Hewitt en Australia  en 2005, los dos puntos conseguidos con mucha autoridad en la final ante los mismos rusos un año después, el maratónico encuentro en  Buenos Aires ante Soderling al que venció con el 50% de sus posibilidades físicas, el quinto punto conseguido en Estocolmo en 2010 prácticamente sin entrenar porque venía de una larga inactividad y terminando con la inmensa victoria conseguida junto con Horacio Zeballos este año ante la durísima pareja francesa que sirvió para encaminar una victoria que en los papeles estaba perdida desde que se conoció el cruce. Muchos. Tantos que seguramente cuando termine de escribir me agarré la cabeza por no haber puesto alguno. Es que con solo tenerlo en el equipo las posibilidades de ganar crecían enormemente aunque no esté en su mejor momento físico o tenístico.
Pero claro que cometió errores. De no ser así  no se entendería la razón por la cual no cumplió su sueño de levantar la “ensaladera de plata”. Y si uno ve la columna del debe sin lugar a dudas está no haber podido solucionar su problema con Juan Martín Del Potro. Aquella guerra de egos que explotó en la final contra España en Mar del Plata y nunca se solucionó .No poder tener a nuestras dos estrellas tirando para el mismo lado atentó con la posibilidad de poder cumplir esa ilusión que año a año nos desvela. Así como lo desvelará a él saber que finalmente no pudo cumplir su gran deseo.
LA IMAGEN QUE MÁS DUELE. Disputó tres finales y no ganó ninguna.
Sin dudas su gran cuenta pendiente.

David Nalbandian ya es un ex tenista. Para volver a ver sus toques mágicos quedará las exhibiciones mencionadas ante en el  monstruo español en la que se retirará a toda orquesta ante su público que tanto quiere y lo quiere. Después de eso no quedará más que buscar imágenes en Internet para deleitarse con un talento sin igual y decir durante esos minutos que dure el video: “¡TA’ LOCO ESTE TIPO!”.

domingo, 7 de julio de 2013

EL CAZAFANTASMAS

¡I CAN´T BELIEVE! Andy Murray soportó la
presión y es el primer campeón británico en
Wimbledon desde 1936
El escocés Andy Murray le ganó la final de Wimbledon al serbio y número 1 del mundo Novak Djokovic, consiguió su segundo título de Grand Slam y, principalmente, rompió el maleficio  que el tenis británico tenía en “su” torneo: consagrar a un campeón de su sangre.
 El tercer grande que se juega en el mítico predio de Londres fue por demás paradójico. Por un lado podemos decir que fue sorprendente por las eliminaciones tempranas de demasiados favoritos  (nombres como Rafael Nadal, Roger Federer, Jo-Wilfred Tsonga, por el lado masculino y María Sharapova y Victoria Azarenka por el femenino no pasaron la segunda ronda. Serena Williams perdió en cuarta) o por el inusual número de jugadores retirados o  que no se presentaron por lesiones,  preocupaban   y lo hacían por demás inusual. Pero por el otro  hay que reconocer que en los papeles no fue nada impredecible, pues llegaron a la definición el número uno y el número dos del planeta. Sin dudas la final por la que menos pagaba en las casas de apuestas.  
 Las derrotas de Nadal en el primer partido y de Federer en el segundo (por primera vez saldrá de los primeros cuatro puestos del ranking en diez años a partir del lunes) seguramente le provocaron una mueca de felicidad al Murray. El cuadro lo había colocado en la misma parte que ellos y, a priori, debía cruzarse con el español en cuartos de final y con el suizo en semifinales antes de definir el título. Las eliminaciones tempranas de ambos le allanó el camino en busca de ese objetivo que le permita sacarse la mochila tan pesada que significa llevar a cuestas la ilusión de todo un pueblo pionero del deporte que no veía un campeón local desde hace 77 años.
 Avanzó a paso muy firme. En sus primeros compromisos no tuvo demasiados problemas hasta que llegó a la instancia donde se encuentran los ocho mejores. Ahí el español Fernando Verdasco se quedó con los dos primeros sets aprovechándose de uno de los niveles más bajos que se le haya visto al escocés en mucho tiempo y lo dejaba contra las cuerdas. Sin embargo, daba la impresión que si levantaba su juego no tendría problemas en darlo vuelta. Y así fue. Por sexta vez en su carrera lograba ganar un partido en el que había perdido los dos primeros parciales y avanzaba  al encuentro previo a la final de un Grand Slam tal como lo viene haciendo desde Wimbledon 2011 (6 torneos en total).
 En el encuentro cumbre lo esperaba el mejor. Novak Djokovic volvió a la catedral del tenis decidido a repetir el campeonato conseguido hace dos años y su juego así lo demostraba. Apabulló a sus rivales ganándoles en sets corridos y parecía que nadie le podría hacer sin siquiera cosquillas. Pero Juan Martín Del Potro no solo lo logró sino que hasta casi lo hace llorar de la risa. A pasar de la molestia en la rodilla izquierda el tandilense jugó su mejor tenis y en un partido épico estuvo muy cerca de ganarle y llegar a su segunda final de GS. Sin embargo el número uno del mundo prevaleció y se impuso en cinco parciales. Tremendo lo de Juan. Una vez más, orgullo del deporte argentino.

 Y así la definición soñada. Miles de personas en Inglaterra y en todo el Reino Unido esperaban que Andy Murray cazara otro de los fantasmas que envuelve a los países creadores del deporte blanco tal como lo hizo el año pasado el US Open donde consiguió el primer grande para Gran Bretaña desde Fred Perry en 1936. Pero claro, ellos necesitaban ahora que alguien se consagre en su casa después de que el mismo jugador lo hiciera en el mismo año por última vez. Y Andy lo logró. Ganó claramente la final por 6-4 7-5 y 6-4 y definitivamente se convirtió en leyenda. Por lo gran tenista y campeón que es, claro  pero también por su talento sobrenatural de matar fantasmas.

domingo, 16 de junio de 2013

LO MANDARON AL DIABLO

DESGARRADOR Y DESTACABLE.
A pesar del dolor, los hinchas
despieron al equipo con aplausos
 Siempre se dijo en manera de cargada futbolística que River e Independiente son un matrimonio. La buena relación que siempre existió entre las dos hinchadas así lo demostraba. Ambos equipos compartieron siempre una filosofía de juego que enamoraba a sus hinchas y que durante mucho tiempo los hizo ser reconocidos por el mundo entero como los dos equipos que mejor jugaban a la pelota del país. Pero no solo eso fue una similitud, también fueron representados por grandes jugadores y se bañaron de títulos nacionales e internacionales durante más de 100 años. Aunque hoy todo eso queda al margen cuando se menciona las más triste e inesperada de las coincidencias: Estas dos INMENSAS instituciones descendieron.
  El caso del “rojo” fue muy similar a la agonía por la que transitó el “millonario” previo a perder la categoría. Tuvieron durante el último año y medio (se cuentan 3 para el promedio que condena a los peores equipos) a un presidente ladrón y otro con muchas limitaciones. En el caso de los de Núñez José María Aguilar se fue dejando un club destruido el cual quedó en manos de un Daniel Pasarella que prometió todas las medidas que el hincha quería pero que después nunca cumplió tomando decisiones MALÍSIMAS que agudizaron la campaña de un equipo. Por el lado del Avellaneda la persona que todos quieren ver presa se llama Julio Comparada. Este señor, que arrancó su “gestión” casi al mismo tiempo que Aguilar, dejó al club con una deuda millonaria y en los últimos lugares cuando había prometido transparencia y protagonismo deportivo. El que tomó el mando garantizando  soluciones fue Javier Cantero quien centró su atención en la muy meritoria lucha por sacar a los barras bravas de la institución, pero pareció olvidarse del equipo. Cuando las papas ya empezaban a quemar, tanto Pasarella como Cantero pusieron en el banco de suplentes Juan José López y Cristian Díaz respectivamente. Dos personas de las entrañas de cada uno pero evidentemente incapaces para manejar semejante situación. Fueron dos errores graves que hoy se están pagando.
La diferencia que si hubo entre el mandamás del  “diablo” sobre el de la banda es que él si le hizo caso a la hinchada antes de la tragedia (deportiva, obvio). Contrató al querido Américo Rubén Gallego, último hacedor  de un trofeo local en 2002 y de buena segunda etapa años posteriores, con la certeza de que sería el indicado para sacar adelante un preocupante presente. Pero el “tolo” se copió se sus colegas que estuvieron en River antes del descenso ninguneando el promedio con la frase tantas veces escuchadas por esos años en los pasillos del Monumental “No nos vamos a ir porque somos muy grandes”. Eso no lo discute nadie en ninguno de los casos, pero ¿Tan difícil era aprender la lección?
 La campaña fue paupérrima y se sumó a las del inexperto Daniel Garnero (de los 7 partidos que dirigió no ganó ninguno), Antonio Mohamed, quien a pesar de coronarse en  la Copa Sudamericana no pudo levantar cabeza en el ámbito local,  el renombrado Ramón Díaz que se fue por la puerta de atrás, la del ya mencionado incapaz Cristian Díaz y la del pobre, muy pobre Miguel Brindisi que hizo lo que pudo en estos últimos diez partidos cuando la suerte ya estaba echada.   
 Pero claro que no toda la culpa es de los dirigentes o técnicos, los que entran a la cancha son jugadores que a lo largo de este tiempo no estuvieron a la altura de las circunstancias. El querido Daniel Montenegro llegó a colaborar con un nivel bajísimo,  Ernesto Farías hizo muy pocos goles para lo que marca su gran carrera, Luciano Leguizamón llegó como goleador de Arsenal y vivió lesionado al igual que el mundialista Jonathan Santana, Claudio Morel Rodríguez nunca fue el de Boca y San Lorenzo, Eduardo Tuzzio bajó mucho su nivel después de ganar la copa y bueno, el colombiano Juan Caicedo parece que nunca se enteró de donde lo habían contratado. Estos solo algunos de los nombres que,  a pesar de su experiencia, los desbordó la situación y que con el correr de los partidos y ya con la soga al cuello fueron perdiendo su lugar con chicos de las inferiores a los que hoy descender con su amado equipo los marcará para toda su carrera.

 Independiente, un Independiente cargado de glorias, títulos y reconocimientos no fue capaz, seguramente por falta de costumbre, de evitar algo impensado por mis padres y mis abuelos: A partir de agosto jugará en  la B Nacional. Pero como dije en su momento con River: En un club como este es mucho más fácil salir campeón que llegar a esta situación ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE ESTO SE SIGA DANDO? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE TODAVÍA EXISTA GENTE QUE SE SIGA CAGANDO DE RISA DE LA HISTORIA GLORIOSA DEL CLUB QUE SUPUESTAMENTE AMA? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE ESTAS PERSONAS SIGAN LIBRES? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE EL INMENSO CAI HAYA DESCENDIDO? Lo siento “rojo”, de corazón. Y como  a cualquier pareja a la que separan, te voy a extrañar.  

domingo, 9 de junio de 2013

AburridaMENTE BRILLANTE

YA LA MORDIÓ 8 VECES.
Nadal volvió a ganar en Roland Garros...
y lo seguirá haciendo.
Una vez más y van… ¡8! Rafael Nadal volvió a coronarse en su Roland Garros y escribe cada vez más fuerte su nombre en la historia grande del tenis. Con esta nueva coronación superó a Roger Federer y a Pete Sampras como el único jugador de la historia en ganar tantas veces un mismo Grand Slam (el suizo y el estadounidense levantaron en 7 oportunidades el trofeo en Wimbledon). También llegó a 59 victorias en el abierto francés y dejó atrás el hasta hoy récord del mismo Federer y de Guillermo Vilas quienes se jactaban de haber ganado más que nadie. Claro, la diferencia ABISMAL que pose Rafa sobre el resto es que perdió ¡un solo partido! En este torneo desde que debutó en 2005. Increíble.
 Su vuelta al circuito fue sorprendente, incluso en una persona como él que nos tiene acostumbrados a cosas fuera de lo común. Después de siete meses inactivos, decidió volver al circuito en la gira Latinoamericana  de principio de año. A pesar del tropiezo en Chile donde cayó en la final con el “humilde” argentino Horacio Zeballos, Rafa estaba empezando una racha impensada en ese momento: En todos los torneos que disputó llegó al partido definitorio con una marca envidiable de 7 victorias y solo 2 derrotas.
 Nadal con el paso de sus títulos cada vez más relevantes a nivel de jerarquía se daba cuenta que aquella brecha que marcó que existía entre los mejores y él no era tal. Haberse impuesto en tres de los cinco Masters 1000 jugados en el año demostraba que volvía a ser el de antes y que podía aspirar a mucho más de lo inicialmente planificado. ¿Y qué mejor que confirmar esto jugando en lo que ya es el jardín de su casa?
 El mallorquín regresaba a Roland Garros donde se había impuesto siempre (a excepción del 2009 donde fue derrotado en 8vos de final con el hoy enfermo y desaparecido del circuito el sueco Robin Soderling) con la confianza suficiente para hacerlo una vez más. Como ya es costumbre  su camino a la corona, fue de menor a mayor. Cedió un par de set en sus partidos iniciales y no se lo veía sólido en su juego. Pero con el correr de los partidos, y a medida de que la vara se iba levantando,  apareció en su esplendor. La victoria muy fácil ante Stanislas Wawrinka, quien sin duda es uno de los mejores tenistas de 2013, en cuartos colocaba su rendimiento muy alto  de cara a su desafío más difícil. Y si, por que por los caprichos de un cuadro que parecía poco saber del tema, la final que todos queríamos era una de las semis. Se sabía que el único capaz de quitarle la corona al español era el número uno del mundo. Novak Djokovic ya lo había destronado de su otra casa semanas antes ganándole la definición de Montecarlo y se presentaba en Francia con el  objetivo de conseguir el Grand Slam que le faltaba. Promesa, como siempre que se enfrentan estos dos MOUNSTROS, de partidazo. Promesa, como siempre que se enfrentan estos dos MOUNSTROS, cumplida.  Fue uno de esos típicos encuentros en el que uno critica al tenis por no admitir empates. Ambos dieron todo lo que tenían y brindaron, una vez más, un espectáculo difícil de olvidar. Fue 9-7 en el quinto para Nadal y la sensación de que “el” paso estaba dado.
 En la final con Federer eliminado y Murray sin jugar por lesión lo esperaba el mejor que quedaba. Como el mismo David Ferrer se describe “el mejor tenista de los humanos”. El valenciano llegaba a su primera final de un torneo grande a los 31 años riéndose así de los que lo llaman viejo. Todo al ambiente del tenis se alegró de este presente de un jugador laburante de la profesión que al no tener tanto marketing no llega a ser tan reconocido como él se lo merece. Ferrer es un fenómeno, que tuvo la mala suerte de compartir años con cuatro extraterrestres que lo relegan a un muy meritorio quinto lugar. Y hoy más allá de la clara derrota, tuvo el merecidísimo  premio de ¡Jugar la final de Roland Garros! Que groso este chabón. 
 El inobjetable 6-3 6-2 6-3 con el que Rafael Nadal gritó campeón hoy convierte al segundo Grand Slam del año en quizás el más aburrido de todos. Pocos, por no decir nadie, se imaginaba un resultado diferente a este que se dio. Aunque también vale destacar que este octavo título no solo sirvió para demostrar una vez más que “la fiera” no tiene rival en París, sino además dejó a las claras que tiene capacidad mental suficiente para volver a ser el mismo fenómeno de siempre cuando muchos dudaban, incluso, de si iba a volver a jugar al tenis. Una vez más nos rendimos ante vos, Rafa.  

  

domingo, 5 de mayo de 2013

EL GOL MÁS RÁPIDO, EL REENCUENTRO , LOS DOCE MINUTOS Y EL "YO NO"


Una nueva edición de uno de los espectáculos deportivos más convocantes del mundo se jugó hoy en “la bombonera”. Boca volvía a recibir a River luego de su triste  incursión en la B Nacional, con la imperiosa necesidad de ambos de ganar por razones muy distintas: el local tenía que cortar una racha de 10 partidos sin triunfos por torneos locales (la peor de toda su historia igualando la cosechada en la década del 50), que si bien no es su prioridad teniendo en cuenta su activa participación en la Copa Libertadores, incomoda a cualquiera y más a un grande. Y al visitante los tres puntos le servían para no perderles pisada a los líderes del Torneo Final.  Si mencionar que ganar un superclásico es un golpe anímico importantísimo siempre.
El partido arrancó con todo. En el primer avance, Juan Manuel Iturbe encaró a Guillermo Burdisso quien en su afán de recuperar la pelota generó un rebote cediéndosela a  Carlos Sánchez que lanzó un centro milimétrico a la cabeza  Manuel Lanzini. El juvenil sin ser, propiamente, un jugador de NBA en cuanto altura puso  la pelota a contra pierna de un Agustín Orión estático. ¡Corrían 44 segundos! y ya el partido estaba uno a cero a favor de los de Ramón Díaz. Pero esa ilusión de partidazo no solo se encendió con el gol más tempranero de todos los tiempos en este duelo.  Boca en los minutos posteriores se adueñó de las acciones y se acercaban con intenciones al arco de Barovero, aunque sin ideas. El que si sabía cómo lastimar era un River bien parado para defender y rápido para contraatacar. La velocidad del ex Cerro Porteño y Porto sumado a los errores defensivos recurrentes del “Xeneize” generaron 3 chances claras para que la diferencia sea mayor. Un atento Carruzzo a la hora de anticipar, y las imperfectas definiciones de Funes Mori y Sánchez no lo permitieron.
 El equipo de Carlos Bianchi manejaba la pelota pero no llegaba y le llegaban. Hasta que antes que termine el primer tiempo llegó su mejor jugada y su premio. Buena combinación de Santiago Silva y Walter Erviti que luego de entrar al área estuvo muy fino para frenar y cedérsela  al uruguayo quien se anticipó y casi desde el piso la punteo y la cambió de palo. Gol del empate y una cámara menos para el fotógrafo que se ubicó cerca del arco, pues “sufrió” otro festejo alocado del 9.
El segundo tiempo sumo solamente para la memoria de los espectadores. No hubo nada de juego pero si de momentos propios de un partido así. Promediando  ese período empezó el espectáculo para nada genuino de la hinchada local. Automáticamente desde los cuatro costados de la cancha empezaron con un show de bengalas y gente colgada de los alambrados impidiendo así que se pueda jugar. Durante varios minutos siguieron con la medida hasta que en un momento determinado todos se bajaron y permitieron que se reanude. Si no lo armaban, quizás no salía tan bien,  por eso.  Sumada esta interrupción más otra corta minutos después, el árbitro Germán Delfino (casi sale lesionado en el entretiempo, INSÓLITO) tuvo que adicionar la módica suma de 12 minutos.
Otro acontecimiento pintoresco de la jornada se originó producto de la expulsión de Ramón Díaz. La estructura de estadio obliga al técnico que es echado a recorrer todo el terreno de juego desde el banco hacia el vestuario. Y, obviamente, que ese trayecto del riojano no iba a pasar inadvertido para la gente de Boca. Durante toda su caminata fue acompañado por el clásico cántico “Vos sos de la B” que sigue a todo el pueblo riverplatense desde el fatídico descenso. Claro que el DT más exitoso de River no se iba a quedar callado: con una sonrisa pícara se señalaba y decía “Yo no, yo no” intentando sacarse responsabilidad del momento más feo de su club. Y si Ramón, vos no tenés nada que ver.
Desde el otro lado estaba Carlos Bianchi que después de su “siesta” de años se reencontraba con su archirrival al quien supo amargar en más de una oportunidad en su exitosísimo ciclo anterior. Que sea el Boca de “virrey” contra el River del “pelado” también generaba cierta expectativa. Se volvían a ver las caras los técnicos más de grandes de los más grandes.
Pero no mucho más. Luego del amague que hicieron los jugadores en el primer tiempo de jugar un gran partido de fútbol en el segundo se dejaron ganar por la cantidad de desperfectos que hubo.
El empate no le sirve a ninguno de los dos: Boca superó la cantidad de partidos sin ganar del 1957 llegando a 11 y sigue hundido últimos en puestos  de la  tabla con la cabeza en los octavos de final de la Copa en los que tiene ventaja sobre Corinthians de cara a la revancha en Brasil en 10 días. Mientras que River quedó a cuatro puntos de Lanús con la posibilidad de que Newell´s se le escape a seis si gana mañana. Muy lejos.

domingo, 7 de abril de 2013

QUE LO VENGAN A VER


Increíble. Impensado. Batacazo. Argentina venció a Francia por 3 a 2 y se metió, una vez más, a en las semifinales de la deseada Copa Davis. ¡QUE ALEGRIA!
El equipo nacional debía recibir en el estadio Mary Terán de Wells a uno de sus máximos cucos de la competencia (antes de este duelo el historial marcaba 0 victorias en 5 enfrentamientos previos) y al equipo más completo de todos: Dos singlistas top- ten (Tsonga y Gasquet) y un dobles consolidado y medallista olímpico en Londres (Llodra y Benneteau) así lo demuestran. Por el lado de Argentina decían presente Juan Mónaco quien llego con solo  dos partidos ganados en todo el año, David Nalbandian que por primera vez desde juvenil aparece afuera de los 100 mejores del ranking, Carlos Berlocq deambulador de los puestos 60 y Horacio Zeballos que luego de la histórica victoria sobre Nadal en Chile no tuvo resultados destacables. No había demasiadas razones para ser ilusionarse.
 La serie se empezó a jugar el jueves durante el sorteo. En ese momento se confirmaba la baja de Richard Gasquet por lesión y el ingreso de Gilles Simón.  Esto también confirmaba el poderío galo: Salía el 9 del mundo, pero entraba el 14. Es decir, el primer suplente de ellos seguía teniendo ranking superior al primero nuestro (19).
Era hora de ver la acción. Carlos Berlocq se medía frente a frente con Jo- Wilfried Tsonga, 8 del escalafón, por el primer punto. “Charly”  se la bancó desde el principio sometiendo a su rival a la continua defensa y se llevó el primer set 6-4 ilusionando con dar el primer golpe del fin de semana. Pero poco a poco el visitante fue tirándole la jerarquía encima y se quedó con  los dos siguientes cómodamente. Más  allá de la reacción del chascomunense en el cuarto para poder estirar el partido, el último parcial fue un monólogo para el “Mohamed Alí” del tenis que mostrando su experiencia y talento puso a los suyos arriba 1-0. Primer gran esfuerzo de Carlos. Esté no alcanzó.
Con la desventaja puesta y la obligación a cuestas saltaba a la chancha “pico”.  El tandilense está viviendo el peor arranque de una temporada en su carrera, ya que perdió todos los partidos que jugó en el circuito (los únicos dos triunfos en 2013 fueron en la serie de anterior de Copa Davis ante Alemania) y ayer debía ganar con el recuerdo en la cabeza del mal momento pasado por él, y todos sus vecinos  de La Plata, durante la semana. Y Juan lo hizo. En un partido para nada vistoso logró imponerse en tres set ante un por demás errático Simón. Ahora las cosas estaban parejas al finalizar el viernes. El punto del dobles era más fundamental que nunca.
  David Nalbandian y Horacio Zeballos se median a la pareja más complicada que se presentó en Parque Roca en la última década. Michael Llodra y Julien Benneteau son especialistas en la disciplina y  partían como amplios favoritos para inclinar la balanza a favor de los europeos. El encuentro arrancó como se esperaba, con los capitaneados por Arnaud Clement imponiéndose cómodamente por 6-3. Luego de mucho esfuerzo y por jugar mejor el tie-break los argentinos emparejaron 7-6. El tercero fue muy raro: los visitantes se adelantaron 3 a 1 aprovechando el pésimo momento de un impreciso Nalbandian y hasta tuvieron la chance de cerrarlo 6 a 2. Pero la alarma del cordobés sonó luego de que una de sus voleas pegara en la espalda de Llodra y a partir de ahí fue otro. Mostrando toques de su inmensa calidad y acompañado por un enorme Zeballos los guiados por Martín Jaite ganaron cinco juegos seguidos y se llevaron el parcial. Ya estaba, el partido había cambiado de manos y era solo cuestión de tiempo para que los albicelestes se adelanten en el global. Fue 6-3 el cuarto set y Argentina terminaba 2 a 1 el sábado. ¡Ni el más optimista lo imaginaba!
 En el primer turno del último día hubo un solo jugador. Tsonga borró de la cancha a Mónaco en menos de dos horas y emparejaba la cuestión de nuevo.
 A Carlos Berlocq se le presentó la oportunidad de su vida entonces. Definir una serie de Copa Davis de local en el quinto punto y entrando de titular era algo impensado para él años atrás. A este luchador la maduración tenística le llegó a los 30 años y con su victoria en cuatro parciales sobre Simón está viviendo el mejor momento de su carrera deportiva, pues cumplió el sueño de todo deportista: Darle la victoria a su selección. Segundo esfuerzo de Carlos. Esté sí que alcanzo y ¡CÓMO VALIÓ LA PENA! Mañana será tapa de todos los diarios y ¡VAYA SI LO TIENE MERECIDO! ¡Grande “charly” y gracias!
La Argentina sorprendió a propios y a extraños. Una a una se fueron cerrando todas las bocas de los que la dábamos por muerta antes de tiempo y ahora sentimos la INMENSA felicidad de habernos equivocado tanto. República Checa en República Checa es el próximo escollo en Septiembre. Seguramente los campeones defensores van a contar con su dupla de oro compuesta por Thomas Berdych y Radek Stepanek, pero estos muchachos demostraron que el hambre de gloria es mucho más grande que el nombre de cualquier rival. Que venga el que sea, ¡EQUIPO HAY DE SOBRA!

domingo, 27 de enero de 2013

IM-PA-RA-BLE


En los últimos años a Djokovic,
 "No le" gana nadie
  Novak Djokovic se consagró tetracampeón del Abierto de Australia al vencer esta madrugada al escocés Andy Murray con parciales: 6-7 (2) 7-6 (3) 6-3 y 6-2. El serbio logró repetir los títulos de 2008, 2011 y 2012 en Oceanía y sumó el sexto Gran Slam en su carrera.
  Es “el” jugador de las últimas temporadas, sin dudas. Después de su impresionante explosión de 2011 (donde  fue el ganador de tres de los cuatro grandes, ¡perdió solo seis partidos en todo el año! y alcanzó por primera vez el número uno del mundo), mucho se preguntaba con respecto a si iba a poder mantener ese lugar. “Nole” respondió que sí. Porque si bien el 2012 no se acercó tanto a la perfección como el año anterior y perdió la cima del Ranking por unas cuantas semanas en manos de Roger Federer, él mismo se encargó de recuperarla (victoria mediante ante el suizo) en Master de Londres, último torneo del calendario anual y así terminar por segunda vez consecutiva un año  en la cima del escalafón mundial.
 Con esos pergaminos llegaba al Australian Open 2013 y las chances de ser el primer tenista de la  historia del torneo en la Era Abierta en lograr la re-defensa de sus coronas anteriores eran mucho más que concretas. Pasó las primeras tres rondas sin ceder ni un set ni un juego de servicio y mostrando mucha solidez en su juego. Todo venía muy bien, Novak avanzaba sin traspirar. Hasta que por los octavos de final se vio obligado a mojar su camiseta si quería ganar. Su rival fue el talentosísimo  pero por demás inconsistente Stanislas Wawrinka. El suizo jugó el partido de su vida, puso contra las cuerdas y tuvo al borde del knock-out al serbio. Finalmente la experiencia en este tipo de torneos pesó y el mejor de planeta venció por un muy ajustado 12-10 en el quinto set después de más de 5 horas de juego. Rara va a ser la anécdota del compatriota de Federer cuando les cuenta a sus nietos que la vez que más bien se sintió en una cancha de tenis fue en una derrota. Que va a ser.
 Si hay algo que caracteriza a Djokovic, además de su enorme talento, es la rapidez para recuperarse físicamente. Después de aquel partido maratónico con Wawrinka debía afrontar los que, a priori, eran sus compromisos más complicados. Pero él pareció ni enterarse. Simplifico de manera asombrosa a Tomás Berdych (número 6 del mundo) por los cuartos ganándole en cuatro parciales y lo demolió a David Ferrer (4) cediendo solo 5 juegos en todo el match.
 Así llegaba a una nueva final de Gran Slam y en Australia donde ya había conseguido tres títulos. Su rival era Andy Murray que venía de dejar en el camino a Roger y quería lograr su segundo grande consecutivo luego de alzar el primero de su carrera en el US Open el año pasado, venciendo en la definición a este mismo rival. Era una especie de revancha de lo ocurrido en octubre en EEUU.
 El partido arrancó parejo, ambos sostuvieron su saque hasta llegar al tie-break, que por estar más fino, se lo llevó el británico por 7 a 2. El segundo set siguió la misma tónica: ambos se hacían fuertes desde el servicio y no le dejaban muchas chances a la devolución. Nuevo desempate pero que ahora quedaría para Djokovic 7 -3.  Set por lado y el tercero sería clave. Con el serbio ganando 4-3 se produjo la novedad de la final: un quiebre de servicio que le permitió a “Nole” sacar para ponerse adelante. El cuarto fue un monólogo de campeón defensor que gracias a su confianza y al bajón físico y tenístico  del tercer mejor tenista del planeta lo termino cerrando 6-2 y coronándose por primera vez en la historia tricampeón de Australia.
 Novak Djokovic sigue demostrando que, hoy en día, no hay nadie que pueda pelear el honor de ser reconocido como el mejor de todos… ¿Alguien será capaz de ponerle un freno? 

lunes, 7 de enero de 2013

ES MESSIÁNICO


Hace poco tiempo leí una nota donde decía que la Academia de la lengua Sueca agregó a su diccionario el verbo “Zlatan”. Esta nueva palabra significa “dominar la fuerza”, pero también es el nombre de pila del mejor jugador que tuvo el país escandinavo en toda su historia futbolera. Yo no tengo nada en contra de Ibrahimovic. Es más: es tan grande  mi debilidad ante su talento que me lleva a decir que es el SEGUNDO mejor 9 del mundo en los últimos años. Y si, el segundo. Porque si bien nadie puede decir con exactitud de que juega, el hecho de que Leonel Messi entre a una cancha ya lo transforma en el mejor de todos. ¿Para cuando un “Messiánico” en nuestro mata burro che?
 No se puede decir  nada, cualquier cosa que se agregue está de más porque ya es sabido. El rosarino volvió a poner  a todo el planeta deportivo a sus pies. Es cierto, el hecho de que le entregaran una vez más el premio al número uno del año que pasó, no es ninguna sorpresa ya que en 2012 fue su gran explosión (¿o sea que en los años anteriores le dieron el Balón de Oro sin que haya explotado? ¡Que injusticia!) Donde rompió todos los records habidos y por haber, desde convertirse  en el máximo anotador de uno de los clubes más grande del mundo como es su amado Barcelona con ¡25 AÑOS!, va de vuelta, ¡25 AÑOS! Hasta conseguir superar una marca que parecía irrompible como la de ser el jugador con más goles en un año calendario superando, cómodamente por seis gritos, los 86 que marcó el alemán Gerd Müller en 1972. Ah, el año pasado, también, se consagró como el jugador “culé” que más veces le anotó a su máximo rival, el Real Madrid y alcanzó los 300 festejos oficiales cifra que, OBVIAMENTE ya superó. No sé si lo mencioné pero, por las dudas, lo repito: ¡TIENE 25 AÑOS!
 ¿Algo más Pulga? Si, el veintedoce  también fue su destape tan esperado con la camiseta de su querida selección. Los doce goles en nueve partidos que hizo con la celeste y blanca le permitieron colocarse como el que más goles festejó en un año, junto con Batistuta. Ademas quedó a 25 del “Bati” en la tabla histórica de goleadores con Argentina.  A ver, hago cuentas: Si tomo como referencia su promedio de gol actual, que rodea los dos por partido, y  le quedan, fácil, 7  u 8 años de carrera, Eliminatorias, Mundiales, Copas Américas y demás partidos…  Y si, que lastima Gabriel!  No, pero quédense tranquilos que el hombre es español, no siente la camiseta nuestra y tampoco sabe el himno ¿eh?
 Leonel Messi  no se cansa de quedar inmortalizado en la historia del deporte más popular de todos día a día. No solo por haber conseguido su cuarto Balón de Oro consecutivo, un alago que no había logrado nadie antes, sino por que donde va deja huella. Adentro de la cancha es el mejor del mundo y lo que es afuera lo complementa para ser uno de los mejores, si no el mejor, de todos los tiempos. Como amante del fútbol que soy,  poder  verlo, vivirlo o  disfrutarlo es algo indescriptible con palabras. Es algo Messiánico!