lunes, 16 de noviembre de 2015

Un lunes de mediados de Mayo. El frío  es considerable y yo aquí tapado hasta el cuello intentando hacerle frente. De alguna manera he abandonado la posición fetal que me había acompaño durante gran parte de mi sueño reparador y mi cuerpo se encapricho en dejarme boca arriba y '”tête à tête” con la mancha que vive desde hace años en el techo de la habitación. Acto seguido mis ojos se volvieron a cerrar, aunque ahora sin descansar.
  Mi cabeza empezó a trabajar como nunca antes dentro de un periodo en lo que lo hizo bastante. La imagen, esa imagen que ya es habitúe en  mis pensamientos me demostraba, haciéndose presente una vez más, que esta mañana no iba a ser la excepción. ¿Qué imagen?, Seria la pregunta.  No sé, no me acuerdo, sería la respuesta.
 A pesar que desde entonces mi  vida se dedico casi en su totalidad a intentar recordar y buscar un porque, hasta el día de hoy en el que se cumplen tres años de aquella tragedia mi cabeza en blanco. Claro, está en blanco respecto a los recuerdos de ese momento en particular, porque de las consecuencias de él es imposible estar ajeno.
Una noche,  tres chicos jóvenes (uno de los cuales en estado grave producto de alcohol y algo mas) y un auto que estaba desesperado por buscar ayuda pero sin perder la prudencia necesaria para viajar en una ruta a altas horas de la madrugada. Ya esta, eso es todo, a partir de ahí he vivido las consecuencias.  Unas consecuencias de las que forman parte tres familias que están pasando su peor momento. Por suerte  todas ellas,  pesar del terrible dolor, entienden  fue un accidente y están haciendo todo lo posible para demostrarlo. Sin embargo hay alguien que no me perdona lo sucedido, no me perdona haber estado a cargo del volante de auto esa noche y  haber perdido el control,  no me perdona no haber ajustado bien la yanta trasera derecha cuando la cambie la noche anterior y, principalmente, no me perdona haber usado un insignificante cuello ortopédico unos escasos días posteriores mientras en las casas de mis acompañantes, a la hora de la cena, en una hay un plato menos y en la otra hay alguien que  nunca más va a poder ver un plato en su vida.  Esa persona, que me sigue criticando, que sigue sin perdonarme,  que parece tener como hobby meter el dedo dentro de la yaga, esa, claramente, soy yo.
  Hoy, que ya pasaron casi 1100 días de aquel que me cambio la vida, tengo que contar que esta habitación ubicada detrás esos barrotes es como un hotel de lujo si la comparamos con la cárcel en la que está alojada   mi cabeza desde aquella noche. En ella   no sirve tener buena conducta,  pues el juez  que dicto  sentencia en esa causa es muy estricto (lo conozco desde  muy chico, somos muy parecidos y la hora de mirarnos al espejo siempre coincidimos) y fue muy claro “estas preso de tu recuerdo para siempre”…






domingo, 14 de septiembre de 2014

QUE LA PARIÓ A LA PROMOCIÓN

Un domingo atípico se vivió en el ambiente del tenis argentino. Después de tantos años de alegrías y triunfos épicos hoy se vivía el momento más crítico de los últimos 12 años en esta competencia tan deseada como es la Copa Davis. El equipo nacional llegaba al día domingo 1-2 frente a Israel sin margen de error si lo que quería era conservar su plaza en el Grupo Mundial 2015. La derrota en 5 sets del dobles de ayer ponía contra las cuerdas a los capitaneados por Martín Jaite y el famoso “fantasma de la B” que asustó y condenó a varios equipos en el fútbol ahora se trasladaba al tenis.
 Claro que las chances de dar vuelta la cuestión existían. La jerarquía de los equipos así lo demostraba (por lo menos en ranking). Pero las dudas que habían dejado los protagonistas en los primeros tres puntos (inclusive en la victoria de Leonardo Mayer el viernes) más la presión que significaba perder y descender dejaba todo bajo un manto de incertidumbre. Mayer, quien el mismo reconoció no haber jugado bien en su victoria del primer día, se medía ante un el número 1 isralí Dudi Sela que si bien había doblegado a Charly Berlocq nunca fue  un claro dominador de ese encuentro. La diferencia de más de 30 puestos en el escalafón del argentino  no daban garantías. Nunca las da en una serie de Davis. El nacido en Corrientes jugaba por primera vez siendo el abanderado del equipo y había llegado la hora de demostrarlo. Vaya si lo hizo. Borró de la cancha al pequeño jugador europeo con un categórico 6-2 6-1 y 6-4 con un nivel propio del vigésimo quinto hombre del planeta. Sólido, plantado, con un saque demoledor y una derecha intratable “yacaré” rozó la perfección levantando la mano para ser una opción más que valorable pensando en el futuro.
Llegó el turno de Charly Berlocq que con más garra que técnica se ganó el mote de “gladiador” en los últimos años. Desde antes de salir a la cancha se sabía que el principal rival del chascomunense  iba a ser más el ambiente y la circunstancia que el rival. El ignoto Bar Botzer, 774 del mundo, en un partido normal poca fuerza le puede hacer a alguien quien lleva años consolidado en el circuito. Y eso se notó a las claras. Berlocq se enfocó en lo suyo y aplastó al chico de 20 años cediendo apenas 6 games en todo el partido. La historia estaba definida. Felizmente definida.

 Argentina dio vuelta una serie que algún momento se puso demasiado negra y  no perderá la plaza en la elite que mantiene desde el 2002. Ahora será hora de barajar y dar de nuevo. Con otro capitán, con otro cuerpo de trabajo pero con la intención de volver a los primero planos. Para que eso suceda se necesita la vuelta de Juan Martín Del Potro quien, según manifestó el presidente de la Asociación Argentina de Tenis Arturo Grimaldi días atrás, tendrá una importante injerencia en la elección del nuevo conductor. Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla. Lo cierto es que hoy poco importa el mañana. El equipo se sacó una mochila de una incontable cantidad de kilos justificando un festejo en el que mandaron a la promoción bien, bien lejos pero reconociendo que la misma los hizo parir. Y mucho. 

domingo, 2 de febrero de 2014

NO HAY BIEN QUE DURE 100 AÑOS

POR TU GRANDÍSIMA CULPA.
Fognini fue el gran verdugo, ganó sus tres puntos.
Siempre manifieste (y lo seguiré haciendo) que los fines de semana de Copa Davis son los que más disfruto deportivamente hablando. Cuando los dos equipos llegan al lugar donde se va a disputar la serie, ya empiezo a sentir esa linda sensación que va a llegar a su punto máximo durante el desarrollo de los partidos entre el viernes y el domingo.  Estaría mintiendo si dijera que en todo esto el tener una Argentina protagonista en la mayoría de los años no tiene nada que ver. Es lógico que el hecho de que mi fanatismo por este deporte haya coincido con la mejor época del tenis nacional hizo que para mi ganar la “ensaladera” sea más deseado que ver a Messi con la copa en Brasil (lo que no quiere decir que no me ENCANTARÍA que pase eh?).  Por este motivo he disfrutado mucho y me amargué de igual forma por ella. Llegar a tres finales y no poder ganarla fue complicado, pero de igual manera uno intentaba mirar el vaso medio lleno dándose cuenta que estaba cerca, que en algún momento se podía dar. Hoy la sensación es otra.
  Argentina cayó con Italia en la primera ronda perdiendo así no solo la chance de ganar el trofeo esta temporada si no también la posibilidad de asegurarse estar un año más en la primera categoría de la competencia por equipos más importante. Esto no pasaba desde que ascendió a ella por última vez en 2002. Desde entonces, el equipo argentino se había impuesto  religiosamente en los 12 primeros  turnos olvidándose así de tener que revalidar su plaza  para enfocarse solamente en intentar llegar lo más lejos posible en búsqueda del título. Ahora la “promoción” es una triste realidad y nos verá en septiembre jugar con un equipo seguramente inferior la chance de seguir en la elite. Más allá que tendría que pasar una catástrofe para que perdamos y  se concrete el descenso, la situación jode. Mucho.
SE EMPEZÓ A A PERDER ACÁ. Schwank y
Zeballos cayeron en el dobles dejando la serie
cuesta arriba.
  No hay demasiado para decir en cuanto a lo estrictamente tenístico. El Italiano Fabio Fognini dejó clarísimas evidencias de porque está viviendo su mejor momento llegando a ser  hoy  el número 15 del mundo. Se cargó a sus compañeros en el hombro después de la decepcionante actuación de su amigo Andreas Seppi que desapareció luego de ganar el primer set y fue humillado por Carlos Berlocq en el primer partido. Ahí apareció “Fogna” quien ganó sus dos singles: Claramente a Juan Mónaco el viernes y a “charly” para definir el tema hoy. Pero también vio acción el sábado en un tremendo dobles que después del  1-1 parcial se tornaba mucho más que clave. Acompañado en buena medida por Simone Bolelli prevalecieron ante Eduardo Schwank y Horacio Zeballos luego de una batalla que incluyó tres tie-breaks en cuatro sets. En los encuentros sumamente parejos es la jerarquía la que marca diferencia y esa la tuvo Fabio. Los visitantes encaminaban una cuestión que se terminó de cerrar con otra victoria de la figura del fin de semana en Mar del Plata transformándose en  el héroe de los europeos que festejan su nuevo pase al grupo de los 8 mejores del planeta.
  De todas maneras la preocupación mayor no pasa por lo que se dio en la cancha, es más profundo. Este mazazo made in Italia sirvió como confirmación de algo sabido pero que nadie quería aceptar más allá de su obviedad: Argentina ya no es lo que era. Los años de gloria pasaron. Ya no tenemos dos hombres en el top ten del ranking y otros cuatro entre el 11 y el 40 o 50. Ya no hay jugadores que te garanticen puntos en una serie, ya no hay tres o hasta cuatro opciones con las que contar para jugar los singles, ya no hay un líder natural que haga “la gran Fognini” y te saque del pozo en los momentos complicados. Ya no somos invencibles de local, no somos el cuco más grande de los rivales. Ya no. Y lo que más duele de todo es que teniendo todo esto y hasta más, todavía la Davis no conoce nuestro hermoso país.
YO ESTOY. El Patinódromo de Mar del Plata
confirmó ser opción para alojar la Davis otra vez.
  ¿Es grave que ya no seamos lo que fuimos? No es grave, es lógico. Estamos viviendo el recambio generacional que tarde o temprano le llega a todos. La legión de craks vio en David Nalbandian su último retiro y él no encontró dentro de  este equipo a quien tome la posta. Aclaro: dentro de este equipo. Tener al cuatro del mundo y no reconocerlo como el estandarte más importante es mezclar ignorancia con injusticia.
  Que Juan Martín Del Potro haya decidido no jugar en todo 2013 y este inicio de 2014 es simplemente una elección personal que uno puede no compartir pero debe respetar. Durante muchas temporadas más va a ser el as de espada y es por eso que en cuanto  crea conveniente volver a formar parte del plantel se lo debe convocar sin demasiadas dudas. Dejar de lados todos los enojos y rencores (como él también deberá olvidarse de los suyos) y tirar todos para el mismo lado en busca del objetivo más grande. Si se quiere ganar la Copa Davis hay que estar todos unidos, sino imposible.
  Argentina hoy vio como se terminaba una racha muy importante dentro de una cancha y con eso concreción del final de una etapa gloriosa. ¿Qué va a ser? No hay bien que dure 100 años.



domingo, 26 de enero de 2014

FEDERER NO SE LAS PRESTÓ

Stan Wawrinka besa incrédulo la copa. "Mañana me
daré cuenta de esto", dijo.
Stanislas Wawrinka dio el gran golpe de los últimos años en el circuito mundial de tenis venciendo a Rafael Nadal por 6-3 6-2 3-6 6-3 en la final del Abierto de Australia 2014 y así consiguió su primer título de Grand Slam. Además de semejante logro se dio el lujo, camino a la consagración,  de derrotar al número 1 y 2  del mundo (pasó a Djokovic en cuartos de final), algo que no es muy común y que grafica a las claras la justicia que significa que haya levantado el trofeo. Y de postre a partir de mañana será el tercer mejor jugador del planeta detrás del español y serbio llegando así a lo más alto desde que es profesional. La verdad que no me disgustaría estar  un poco en tu lugar hoy, campeón.
La vida deportiva de Wawrinka no fue psicológicamente del todo fácil. Compartir años de vigencia de su compatriota Roger Federer cuando este era amo y señor del tenis, lo calificaban a “Stan” como “el suizo que no gana”. Eso, más allá de no ser más que un calificativo tan en chiste como despectivo e injusto, nunca se fue de su cabeza. Salir de la sombra del mejor de todos los tiempos no es una meta fácil. Por eso parece haber esperado el momento justo para hacerlo. El año pasado fue el año bisagra en la vida del gran Roger: ganó un solo torneo, cayó en el ranking estrepitosamente, le cuesta ganar partidos importantes y pierde con cualquiera. A contra partida, el 2013 fue la explosión de Wawrinka: campeón en un certamen después de dos temporadas, se consolidó en los diez primeros y fue protagonista en los Grand Slam cayendo muy ajustadamente en dos de los cuatro contra Djokovic.
Llegaba a este nuevo año con los objetivos complicados de buscar mantenerse en ese nivel. Estar a la altura de la circunstancias cuando debía enfrentar a los monstruos. Y con esa premisa pisaba Australia. Campeón en uno de los torneos previos en Chennai venía con la confianza suficiente como para dar que hablar. Sin hacer demasiado ruido fue ganando de manera cómoda y lógica los partidos de las primeras vueltas hasta llegar a cuartos de final. Misma instancia y mismo rival que lo había eliminado  en este mismo lugar hacía, aproximadamente, 365 días. En un partido maratónico Novak Djokovic había prevalecido ante su resistencia y se había impuesto 12-10 en el último set. Sed y hambre de revancha tenía el suizo que se sentía capacitado para dar la primera gran sorpresa y eliminar al tres veces seguidas y cuatro veces campeón en Melbourne. Tras un comienzo con dudas, “Stan” se pudo acomodar brindando su mejor repertorio generando un final tan cerrado y dramático como el mencionado. Esta vez la moneda cayó de su lado después de más de 4 horas con un ajustadísimo 9-7 en la manga final. Ahora si se daba el lujo de marcarle la salida al gran “Nole”. Era el turno de semifinal contra Tomas Berdych. A pesar de su ventaja en el historial, el número 5 del mundo era un rival de cuidado.  Con un juego basado en la concentración en el que no perdió su saque en todo el encuentro, Wawrinka se llevaba el triunfo llegando a su primera final de un Mejor. 
En la definición no le podría haber tocado un rival peor. Y es que más allá de los pergaminos propios que tiene Rafael Nadal, para el nacido en la ciudad de Lausana representaba una pesadilla. En los 12 enfrentamientos previos no solo no le pudo ganar si no que además no había conseguido siquiera un set frente al español. Todo en contra. Sin embargo nada de eso pareció realidad cuando pisaron la cancha. Con una soltura propia de un jugador basto de experiencia en este tipo de escenarios, Wawrinka empezó a dominar y exigir a un sorprendido Rafa. 6-3 el primero. Casi sin sobresaltos y a empezar a creer que era posible. A partir de la segunda manga se dio el primer cambio de los muchos en el match: sacando 1-1, Nadal siente un tirón en la espalda. Esto le impedía servir y moverse con normalidad. En muchos momentos daba la impresión que iba a tirar la toalla retirándose. El dolor parecía insoportable. Después de atenderse con el fisioterapeuta decide seguir jugando a pesar de estar dando claras ventajas. La virtud del suizo fue no desenfocarse en ningún momento y seguir metido en su tarea. Así se llevó el segundo, 6-2.
Un nuevo cambio en la final se acercaba: De parecer que  el tercero no se iba a jugar pasamos a un quiebre de servicio en el segundo game de Nadal y su ventaja rápida de 3-0. Toda la concentración de Wawrinka llegó a su fin por verse tan cerca. Dejó de meter pelotas, no encontraba los caminos, discutía con su banco, no lo estaba disfrutando. El número uno del mundo se movía un poco más, pero seguía claramente disminuido. Es por eso que ese tercer parcial no lo gana él, lo pierde su rival. 6-3, el de Mallorca y a un cuarto. A pesar de todas las desprolijidades y de la fama de luchador que tiene Nadal que no da por perdido ningún partido, nunca dejó de dar la impresión de que en cuanto el 8 del planeta vuelva a meterse iba a lograr rematarlo. Básicamente por que se enfrentaba a un hombre que jugaba destruyéndose de dolor. Y así fue. El último cambio de este ciclotímico partido le devolvió al suizo la precisión necesaria como para volver a lastimar y terminar derrotando al gigante español con otro 6-3. Festejo medido como para respetar el dolor físico y mental de su contrincante. El mismo respeto que tuvo Rafael Nadal por él al no retirarse y dejar que se consagre con todos los honores.

Seguramente Wawrinka no deseaba una coronación tan accidentada y hubiese querido que su amigo juegue al 100% a pesar de que ello disminuya sus chances de ganar. Pero para nada quita el inmenso mérito de este gran título. “Stan” se metió en la historia grande del tenis justo en un momento en el que sus puertas parecían estar abiertas para 3 o 4 nombres solamente. Él encontró las lleves, las abrió y se encargó de dejar en claro que Federer no se las prestó. Pues ya no está más a su espalda.

miércoles, 2 de octubre de 2013

ME CONTARON DE VILAS, CONTARÉ DE NALBANDIAN

"EL HOMBRO NO DA PARA MÁS".
Fueron las palabras
que dio para justificar su decisión
David Nalbandian anunció públicamente su retiro del tenis profesional. Las dos exhibiciones de noviembre en las que enfrentará a Rafael Nadal tanto en su Córdoba natal como en Buenos Aires serán las últimas dos funciones de este mago de la raqueta.
Mentiría si dijera que esta decisión sorprendió. Si bien el impacto de su confirmación fue fuerte, todos sabíamos que esto podría llegar a pasar. Las continuas lesiones que sufrió  principalmente en el último tiempo sirven de sustento como para ponerle fin a 13 años de una impecable carrera. Para los que amamos el tenis es triste,  pero bajo estas circunstancias volver a verlo jugar era casi una utopía.
Irrumpió en el circuito llegando nada más ni nada menos que llegando a la final de Wimbledon con tan solo 20 años, algo que no consiguió ningún otro argentino. Aquella definición perdida ante el entonces número uno del mundo Leyton Hewitt auguraban años de glorias. Y vaya si se cumplieron. Llego a las semifinales en todos los torneos de Gran Slam marcando otro record a nivel nacional y llegó a ser el tercero en discordia en el ranking cuando la dupla conformada Roger Federer y  Rafael Nadal estaba en su mejor momento y lo dominaba a piacere. Aquella tercera posición mundial alcanzada en 2006 es solo superada por la segunda (debería haber sido primera)  de Guillermo Vilas a fines de la década del 70. Otro pergamino más para el cordobés.
Las más de 380 victorias, los 11 títulos en su carrera y, principalmente, su inmenso talento para hacer lo que quiere cuando quiere con  la pelotita y la raqueta son reconocidos en el mundo entero. No fueron pocas las veces en las que los mejores del mundo admitieron que cuando jugaban en contra de él eran víctimas de golpes pocas veces vistos. Federer, Nadal, Ágassi, Moya, (por solo nombrar unos muy pocos) alguna vez sucumbieron ante el crédito de Unquillo que a base de su calidad se ganó su lugar entre los grandes.
SE DERRUMBÓ. Momento en el que gana
la final de Master ante Federer en 2005.
Cómo olvidar aquella vez en la que, admitido por el mismo Nalbandian, tuvo que cambiar su equipo de pesca preparado para sus vacaciones por el raquetero cuando llegó la confirmación de que por las bajas de algunos jugadores entraba por la ventana al Copa Master de Shanghái. Debía disputar de manera inesperada el torneo de fin de año en el que solo se enfrentan los mejores de cada temporada. Por suerte se sacó rápido el rápido el chip de las cañas y las carnadas para pescar el título más importante de su vida en China. Su victoria  en la definición sobre el gran Roger en el mejor año del suizo  lo catapultó al estrellato definitivo.  No fue la única vez que fue el verdugo del mejor de la historia: lo venció en la definición de su primer título Master 1000 en Madrid en 2008 semana anterior a lo que fue su segunda conquista en este tipo de torneos en el que barrió a Rafael Nadal en el encuentro cumbre disputado en París. Cerró así dos semanas de ensueño.
PURA EMOCIÓN. Las lágrimas de alegria
posteriores a la victoria ante Soderling en
el Parque Roca. Una de sus mejores en Davis.
 Párrafo aparte merece su relación con la copa Davis, una historia de amor no correspondido. Sin dudas David fue el mejor jugador argentino en el certamen por equipos más importante.  Si bien en cuanto a record positivo también está debajo de Vilas creo que la manera de jugarla cada vez que le tocaba, los triunfos que consiguió y el reconocerla como prioridad antes que el circuito lo hacen acreedor del ser reconocido como el mejor de todos. Desde el tremendo y exitoso debut que tuvo en Rusia ganando un histórico partido de dobles con Lucas Arnold, pasando por la paliza que le dio a Hewitt en Australia  en 2005, los dos puntos conseguidos con mucha autoridad en la final ante los mismos rusos un año después, el maratónico encuentro en  Buenos Aires ante Soderling al que venció con el 50% de sus posibilidades físicas, el quinto punto conseguido en Estocolmo en 2010 prácticamente sin entrenar porque venía de una larga inactividad y terminando con la inmensa victoria conseguida junto con Horacio Zeballos este año ante la durísima pareja francesa que sirvió para encaminar una victoria que en los papeles estaba perdida desde que se conoció el cruce. Muchos. Tantos que seguramente cuando termine de escribir me agarré la cabeza por no haber puesto alguno. Es que con solo tenerlo en el equipo las posibilidades de ganar crecían enormemente aunque no esté en su mejor momento físico o tenístico.
Pero claro que cometió errores. De no ser así  no se entendería la razón por la cual no cumplió su sueño de levantar la “ensaladera de plata”. Y si uno ve la columna del debe sin lugar a dudas está no haber podido solucionar su problema con Juan Martín Del Potro. Aquella guerra de egos que explotó en la final contra España en Mar del Plata y nunca se solucionó .No poder tener a nuestras dos estrellas tirando para el mismo lado atentó con la posibilidad de poder cumplir esa ilusión que año a año nos desvela. Así como lo desvelará a él saber que finalmente no pudo cumplir su gran deseo.
LA IMAGEN QUE MÁS DUELE. Disputó tres finales y no ganó ninguna.
Sin dudas su gran cuenta pendiente.

David Nalbandian ya es un ex tenista. Para volver a ver sus toques mágicos quedará las exhibiciones mencionadas ante en el  monstruo español en la que se retirará a toda orquesta ante su público que tanto quiere y lo quiere. Después de eso no quedará más que buscar imágenes en Internet para deleitarse con un talento sin igual y decir durante esos minutos que dure el video: “¡TA’ LOCO ESTE TIPO!”.

domingo, 7 de julio de 2013

EL CAZAFANTASMAS

¡I CAN´T BELIEVE! Andy Murray soportó la
presión y es el primer campeón británico en
Wimbledon desde 1936
El escocés Andy Murray le ganó la final de Wimbledon al serbio y número 1 del mundo Novak Djokovic, consiguió su segundo título de Grand Slam y, principalmente, rompió el maleficio  que el tenis británico tenía en “su” torneo: consagrar a un campeón de su sangre.
 El tercer grande que se juega en el mítico predio de Londres fue por demás paradójico. Por un lado podemos decir que fue sorprendente por las eliminaciones tempranas de demasiados favoritos  (nombres como Rafael Nadal, Roger Federer, Jo-Wilfred Tsonga, por el lado masculino y María Sharapova y Victoria Azarenka por el femenino no pasaron la segunda ronda. Serena Williams perdió en cuarta) o por el inusual número de jugadores retirados o  que no se presentaron por lesiones,  preocupaban   y lo hacían por demás inusual. Pero por el otro  hay que reconocer que en los papeles no fue nada impredecible, pues llegaron a la definición el número uno y el número dos del planeta. Sin dudas la final por la que menos pagaba en las casas de apuestas.  
 Las derrotas de Nadal en el primer partido y de Federer en el segundo (por primera vez saldrá de los primeros cuatro puestos del ranking en diez años a partir del lunes) seguramente le provocaron una mueca de felicidad al Murray. El cuadro lo había colocado en la misma parte que ellos y, a priori, debía cruzarse con el español en cuartos de final y con el suizo en semifinales antes de definir el título. Las eliminaciones tempranas de ambos le allanó el camino en busca de ese objetivo que le permita sacarse la mochila tan pesada que significa llevar a cuestas la ilusión de todo un pueblo pionero del deporte que no veía un campeón local desde hace 77 años.
 Avanzó a paso muy firme. En sus primeros compromisos no tuvo demasiados problemas hasta que llegó a la instancia donde se encuentran los ocho mejores. Ahí el español Fernando Verdasco se quedó con los dos primeros sets aprovechándose de uno de los niveles más bajos que se le haya visto al escocés en mucho tiempo y lo dejaba contra las cuerdas. Sin embargo, daba la impresión que si levantaba su juego no tendría problemas en darlo vuelta. Y así fue. Por sexta vez en su carrera lograba ganar un partido en el que había perdido los dos primeros parciales y avanzaba  al encuentro previo a la final de un Grand Slam tal como lo viene haciendo desde Wimbledon 2011 (6 torneos en total).
 En el encuentro cumbre lo esperaba el mejor. Novak Djokovic volvió a la catedral del tenis decidido a repetir el campeonato conseguido hace dos años y su juego así lo demostraba. Apabulló a sus rivales ganándoles en sets corridos y parecía que nadie le podría hacer sin siquiera cosquillas. Pero Juan Martín Del Potro no solo lo logró sino que hasta casi lo hace llorar de la risa. A pasar de la molestia en la rodilla izquierda el tandilense jugó su mejor tenis y en un partido épico estuvo muy cerca de ganarle y llegar a su segunda final de GS. Sin embargo el número uno del mundo prevaleció y se impuso en cinco parciales. Tremendo lo de Juan. Una vez más, orgullo del deporte argentino.

 Y así la definición soñada. Miles de personas en Inglaterra y en todo el Reino Unido esperaban que Andy Murray cazara otro de los fantasmas que envuelve a los países creadores del deporte blanco tal como lo hizo el año pasado el US Open donde consiguió el primer grande para Gran Bretaña desde Fred Perry en 1936. Pero claro, ellos necesitaban ahora que alguien se consagre en su casa después de que el mismo jugador lo hiciera en el mismo año por última vez. Y Andy lo logró. Ganó claramente la final por 6-4 7-5 y 6-4 y definitivamente se convirtió en leyenda. Por lo gran tenista y campeón que es, claro  pero también por su talento sobrenatural de matar fantasmas.

domingo, 16 de junio de 2013

LO MANDARON AL DIABLO

DESGARRADOR Y DESTACABLE.
A pesar del dolor, los hinchas
despieron al equipo con aplausos
 Siempre se dijo en manera de cargada futbolística que River e Independiente son un matrimonio. La buena relación que siempre existió entre las dos hinchadas así lo demostraba. Ambos equipos compartieron siempre una filosofía de juego que enamoraba a sus hinchas y que durante mucho tiempo los hizo ser reconocidos por el mundo entero como los dos equipos que mejor jugaban a la pelota del país. Pero no solo eso fue una similitud, también fueron representados por grandes jugadores y se bañaron de títulos nacionales e internacionales durante más de 100 años. Aunque hoy todo eso queda al margen cuando se menciona las más triste e inesperada de las coincidencias: Estas dos INMENSAS instituciones descendieron.
  El caso del “rojo” fue muy similar a la agonía por la que transitó el “millonario” previo a perder la categoría. Tuvieron durante el último año y medio (se cuentan 3 para el promedio que condena a los peores equipos) a un presidente ladrón y otro con muchas limitaciones. En el caso de los de Núñez José María Aguilar se fue dejando un club destruido el cual quedó en manos de un Daniel Pasarella que prometió todas las medidas que el hincha quería pero que después nunca cumplió tomando decisiones MALÍSIMAS que agudizaron la campaña de un equipo. Por el lado del Avellaneda la persona que todos quieren ver presa se llama Julio Comparada. Este señor, que arrancó su “gestión” casi al mismo tiempo que Aguilar, dejó al club con una deuda millonaria y en los últimos lugares cuando había prometido transparencia y protagonismo deportivo. El que tomó el mando garantizando  soluciones fue Javier Cantero quien centró su atención en la muy meritoria lucha por sacar a los barras bravas de la institución, pero pareció olvidarse del equipo. Cuando las papas ya empezaban a quemar, tanto Pasarella como Cantero pusieron en el banco de suplentes Juan José López y Cristian Díaz respectivamente. Dos personas de las entrañas de cada uno pero evidentemente incapaces para manejar semejante situación. Fueron dos errores graves que hoy se están pagando.
La diferencia que si hubo entre el mandamás del  “diablo” sobre el de la banda es que él si le hizo caso a la hinchada antes de la tragedia (deportiva, obvio). Contrató al querido Américo Rubén Gallego, último hacedor  de un trofeo local en 2002 y de buena segunda etapa años posteriores, con la certeza de que sería el indicado para sacar adelante un preocupante presente. Pero el “tolo” se copió se sus colegas que estuvieron en River antes del descenso ninguneando el promedio con la frase tantas veces escuchadas por esos años en los pasillos del Monumental “No nos vamos a ir porque somos muy grandes”. Eso no lo discute nadie en ninguno de los casos, pero ¿Tan difícil era aprender la lección?
 La campaña fue paupérrima y se sumó a las del inexperto Daniel Garnero (de los 7 partidos que dirigió no ganó ninguno), Antonio Mohamed, quien a pesar de coronarse en  la Copa Sudamericana no pudo levantar cabeza en el ámbito local,  el renombrado Ramón Díaz que se fue por la puerta de atrás, la del ya mencionado incapaz Cristian Díaz y la del pobre, muy pobre Miguel Brindisi que hizo lo que pudo en estos últimos diez partidos cuando la suerte ya estaba echada.   
 Pero claro que no toda la culpa es de los dirigentes o técnicos, los que entran a la cancha son jugadores que a lo largo de este tiempo no estuvieron a la altura de las circunstancias. El querido Daniel Montenegro llegó a colaborar con un nivel bajísimo,  Ernesto Farías hizo muy pocos goles para lo que marca su gran carrera, Luciano Leguizamón llegó como goleador de Arsenal y vivió lesionado al igual que el mundialista Jonathan Santana, Claudio Morel Rodríguez nunca fue el de Boca y San Lorenzo, Eduardo Tuzzio bajó mucho su nivel después de ganar la copa y bueno, el colombiano Juan Caicedo parece que nunca se enteró de donde lo habían contratado. Estos solo algunos de los nombres que,  a pesar de su experiencia, los desbordó la situación y que con el correr de los partidos y ya con la soga al cuello fueron perdiendo su lugar con chicos de las inferiores a los que hoy descender con su amado equipo los marcará para toda su carrera.

 Independiente, un Independiente cargado de glorias, títulos y reconocimientos no fue capaz, seguramente por falta de costumbre, de evitar algo impensado por mis padres y mis abuelos: A partir de agosto jugará en  la B Nacional. Pero como dije en su momento con River: En un club como este es mucho más fácil salir campeón que llegar a esta situación ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE ESTO SE SIGA DANDO? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE TODAVÍA EXISTA GENTE QUE SE SIGA CAGANDO DE RISA DE LA HISTORIA GLORIOSA DEL CLUB QUE SUPUESTAMENTE AMA? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE ESTAS PERSONAS SIGAN LIBRES? ¿CÓMO CARAJO PUEDE SER QUE EL INMENSO CAI HAYA DESCENDIDO? Lo siento “rojo”, de corazón. Y como  a cualquier pareja a la que separan, te voy a extrañar.