domingo, 27 de enero de 2013

IM-PA-RA-BLE


En los últimos años a Djokovic,
 "No le" gana nadie
  Novak Djokovic se consagró tetracampeón del Abierto de Australia al vencer esta madrugada al escocés Andy Murray con parciales: 6-7 (2) 7-6 (3) 6-3 y 6-2. El serbio logró repetir los títulos de 2008, 2011 y 2012 en Oceanía y sumó el sexto Gran Slam en su carrera.
  Es “el” jugador de las últimas temporadas, sin dudas. Después de su impresionante explosión de 2011 (donde  fue el ganador de tres de los cuatro grandes, ¡perdió solo seis partidos en todo el año! y alcanzó por primera vez el número uno del mundo), mucho se preguntaba con respecto a si iba a poder mantener ese lugar. “Nole” respondió que sí. Porque si bien el 2012 no se acercó tanto a la perfección como el año anterior y perdió la cima del Ranking por unas cuantas semanas en manos de Roger Federer, él mismo se encargó de recuperarla (victoria mediante ante el suizo) en Master de Londres, último torneo del calendario anual y así terminar por segunda vez consecutiva un año  en la cima del escalafón mundial.
 Con esos pergaminos llegaba al Australian Open 2013 y las chances de ser el primer tenista de la  historia del torneo en la Era Abierta en lograr la re-defensa de sus coronas anteriores eran mucho más que concretas. Pasó las primeras tres rondas sin ceder ni un set ni un juego de servicio y mostrando mucha solidez en su juego. Todo venía muy bien, Novak avanzaba sin traspirar. Hasta que por los octavos de final se vio obligado a mojar su camiseta si quería ganar. Su rival fue el talentosísimo  pero por demás inconsistente Stanislas Wawrinka. El suizo jugó el partido de su vida, puso contra las cuerdas y tuvo al borde del knock-out al serbio. Finalmente la experiencia en este tipo de torneos pesó y el mejor de planeta venció por un muy ajustado 12-10 en el quinto set después de más de 5 horas de juego. Rara va a ser la anécdota del compatriota de Federer cuando les cuenta a sus nietos que la vez que más bien se sintió en una cancha de tenis fue en una derrota. Que va a ser.
 Si hay algo que caracteriza a Djokovic, además de su enorme talento, es la rapidez para recuperarse físicamente. Después de aquel partido maratónico con Wawrinka debía afrontar los que, a priori, eran sus compromisos más complicados. Pero él pareció ni enterarse. Simplifico de manera asombrosa a Tomás Berdych (número 6 del mundo) por los cuartos ganándole en cuatro parciales y lo demolió a David Ferrer (4) cediendo solo 5 juegos en todo el match.
 Así llegaba a una nueva final de Gran Slam y en Australia donde ya había conseguido tres títulos. Su rival era Andy Murray que venía de dejar en el camino a Roger y quería lograr su segundo grande consecutivo luego de alzar el primero de su carrera en el US Open el año pasado, venciendo en la definición a este mismo rival. Era una especie de revancha de lo ocurrido en octubre en EEUU.
 El partido arrancó parejo, ambos sostuvieron su saque hasta llegar al tie-break, que por estar más fino, se lo llevó el británico por 7 a 2. El segundo set siguió la misma tónica: ambos se hacían fuertes desde el servicio y no le dejaban muchas chances a la devolución. Nuevo desempate pero que ahora quedaría para Djokovic 7 -3.  Set por lado y el tercero sería clave. Con el serbio ganando 4-3 se produjo la novedad de la final: un quiebre de servicio que le permitió a “Nole” sacar para ponerse adelante. El cuarto fue un monólogo de campeón defensor que gracias a su confianza y al bajón físico y tenístico  del tercer mejor tenista del planeta lo termino cerrando 6-2 y coronándose por primera vez en la historia tricampeón de Australia.
 Novak Djokovic sigue demostrando que, hoy en día, no hay nadie que pueda pelear el honor de ser reconocido como el mejor de todos… ¿Alguien será capaz de ponerle un freno? 

lunes, 7 de enero de 2013

ES MESSIÁNICO


Hace poco tiempo leí una nota donde decía que la Academia de la lengua Sueca agregó a su diccionario el verbo “Zlatan”. Esta nueva palabra significa “dominar la fuerza”, pero también es el nombre de pila del mejor jugador que tuvo el país escandinavo en toda su historia futbolera. Yo no tengo nada en contra de Ibrahimovic. Es más: es tan grande  mi debilidad ante su talento que me lleva a decir que es el SEGUNDO mejor 9 del mundo en los últimos años. Y si, el segundo. Porque si bien nadie puede decir con exactitud de que juega, el hecho de que Leonel Messi entre a una cancha ya lo transforma en el mejor de todos. ¿Para cuando un “Messiánico” en nuestro mata burro che?
 No se puede decir  nada, cualquier cosa que se agregue está de más porque ya es sabido. El rosarino volvió a poner  a todo el planeta deportivo a sus pies. Es cierto, el hecho de que le entregaran una vez más el premio al número uno del año que pasó, no es ninguna sorpresa ya que en 2012 fue su gran explosión (¿o sea que en los años anteriores le dieron el Balón de Oro sin que haya explotado? ¡Que injusticia!) Donde rompió todos los records habidos y por haber, desde convertirse  en el máximo anotador de uno de los clubes más grande del mundo como es su amado Barcelona con ¡25 AÑOS!, va de vuelta, ¡25 AÑOS! Hasta conseguir superar una marca que parecía irrompible como la de ser el jugador con más goles en un año calendario superando, cómodamente por seis gritos, los 86 que marcó el alemán Gerd Müller en 1972. Ah, el año pasado, también, se consagró como el jugador “culé” que más veces le anotó a su máximo rival, el Real Madrid y alcanzó los 300 festejos oficiales cifra que, OBVIAMENTE ya superó. No sé si lo mencioné pero, por las dudas, lo repito: ¡TIENE 25 AÑOS!
 ¿Algo más Pulga? Si, el veintedoce  también fue su destape tan esperado con la camiseta de su querida selección. Los doce goles en nueve partidos que hizo con la celeste y blanca le permitieron colocarse como el que más goles festejó en un año, junto con Batistuta. Ademas quedó a 25 del “Bati” en la tabla histórica de goleadores con Argentina.  A ver, hago cuentas: Si tomo como referencia su promedio de gol actual, que rodea los dos por partido, y  le quedan, fácil, 7  u 8 años de carrera, Eliminatorias, Mundiales, Copas Américas y demás partidos…  Y si, que lastima Gabriel!  No, pero quédense tranquilos que el hombre es español, no siente la camiseta nuestra y tampoco sabe el himno ¿eh?
 Leonel Messi  no se cansa de quedar inmortalizado en la historia del deporte más popular de todos día a día. No solo por haber conseguido su cuarto Balón de Oro consecutivo, un alago que no había logrado nadie antes, sino por que donde va deja huella. Adentro de la cancha es el mejor del mundo y lo que es afuera lo complementa para ser uno de los mejores, si no el mejor, de todos los tiempos. Como amante del fútbol que soy,  poder  verlo, vivirlo o  disfrutarlo es algo indescriptible con palabras. Es algo Messiánico!