domingo, 2 de febrero de 2014

NO HAY BIEN QUE DURE 100 AÑOS

POR TU GRANDÍSIMA CULPA.
Fognini fue el gran verdugo, ganó sus tres puntos.
Siempre manifieste (y lo seguiré haciendo) que los fines de semana de Copa Davis son los que más disfruto deportivamente hablando. Cuando los dos equipos llegan al lugar donde se va a disputar la serie, ya empiezo a sentir esa linda sensación que va a llegar a su punto máximo durante el desarrollo de los partidos entre el viernes y el domingo.  Estaría mintiendo si dijera que en todo esto el tener una Argentina protagonista en la mayoría de los años no tiene nada que ver. Es lógico que el hecho de que mi fanatismo por este deporte haya coincido con la mejor época del tenis nacional hizo que para mi ganar la “ensaladera” sea más deseado que ver a Messi con la copa en Brasil (lo que no quiere decir que no me ENCANTARÍA que pase eh?).  Por este motivo he disfrutado mucho y me amargué de igual forma por ella. Llegar a tres finales y no poder ganarla fue complicado, pero de igual manera uno intentaba mirar el vaso medio lleno dándose cuenta que estaba cerca, que en algún momento se podía dar. Hoy la sensación es otra.
  Argentina cayó con Italia en la primera ronda perdiendo así no solo la chance de ganar el trofeo esta temporada si no también la posibilidad de asegurarse estar un año más en la primera categoría de la competencia por equipos más importante. Esto no pasaba desde que ascendió a ella por última vez en 2002. Desde entonces, el equipo argentino se había impuesto  religiosamente en los 12 primeros  turnos olvidándose así de tener que revalidar su plaza  para enfocarse solamente en intentar llegar lo más lejos posible en búsqueda del título. Ahora la “promoción” es una triste realidad y nos verá en septiembre jugar con un equipo seguramente inferior la chance de seguir en la elite. Más allá que tendría que pasar una catástrofe para que perdamos y  se concrete el descenso, la situación jode. Mucho.
SE EMPEZÓ A A PERDER ACÁ. Schwank y
Zeballos cayeron en el dobles dejando la serie
cuesta arriba.
  No hay demasiado para decir en cuanto a lo estrictamente tenístico. El Italiano Fabio Fognini dejó clarísimas evidencias de porque está viviendo su mejor momento llegando a ser  hoy  el número 15 del mundo. Se cargó a sus compañeros en el hombro después de la decepcionante actuación de su amigo Andreas Seppi que desapareció luego de ganar el primer set y fue humillado por Carlos Berlocq en el primer partido. Ahí apareció “Fogna” quien ganó sus dos singles: Claramente a Juan Mónaco el viernes y a “charly” para definir el tema hoy. Pero también vio acción el sábado en un tremendo dobles que después del  1-1 parcial se tornaba mucho más que clave. Acompañado en buena medida por Simone Bolelli prevalecieron ante Eduardo Schwank y Horacio Zeballos luego de una batalla que incluyó tres tie-breaks en cuatro sets. En los encuentros sumamente parejos es la jerarquía la que marca diferencia y esa la tuvo Fabio. Los visitantes encaminaban una cuestión que se terminó de cerrar con otra victoria de la figura del fin de semana en Mar del Plata transformándose en  el héroe de los europeos que festejan su nuevo pase al grupo de los 8 mejores del planeta.
  De todas maneras la preocupación mayor no pasa por lo que se dio en la cancha, es más profundo. Este mazazo made in Italia sirvió como confirmación de algo sabido pero que nadie quería aceptar más allá de su obviedad: Argentina ya no es lo que era. Los años de gloria pasaron. Ya no tenemos dos hombres en el top ten del ranking y otros cuatro entre el 11 y el 40 o 50. Ya no hay jugadores que te garanticen puntos en una serie, ya no hay tres o hasta cuatro opciones con las que contar para jugar los singles, ya no hay un líder natural que haga “la gran Fognini” y te saque del pozo en los momentos complicados. Ya no somos invencibles de local, no somos el cuco más grande de los rivales. Ya no. Y lo que más duele de todo es que teniendo todo esto y hasta más, todavía la Davis no conoce nuestro hermoso país.
YO ESTOY. El Patinódromo de Mar del Plata
confirmó ser opción para alojar la Davis otra vez.
  ¿Es grave que ya no seamos lo que fuimos? No es grave, es lógico. Estamos viviendo el recambio generacional que tarde o temprano le llega a todos. La legión de craks vio en David Nalbandian su último retiro y él no encontró dentro de  este equipo a quien tome la posta. Aclaro: dentro de este equipo. Tener al cuatro del mundo y no reconocerlo como el estandarte más importante es mezclar ignorancia con injusticia.
  Que Juan Martín Del Potro haya decidido no jugar en todo 2013 y este inicio de 2014 es simplemente una elección personal que uno puede no compartir pero debe respetar. Durante muchas temporadas más va a ser el as de espada y es por eso que en cuanto  crea conveniente volver a formar parte del plantel se lo debe convocar sin demasiadas dudas. Dejar de lados todos los enojos y rencores (como él también deberá olvidarse de los suyos) y tirar todos para el mismo lado en busca del objetivo más grande. Si se quiere ganar la Copa Davis hay que estar todos unidos, sino imposible.
  Argentina hoy vio como se terminaba una racha muy importante dentro de una cancha y con eso concreción del final de una etapa gloriosa. ¿Qué va a ser? No hay bien que dure 100 años.