domingo, 14 de septiembre de 2014

QUE LA PARIÓ A LA PROMOCIÓN

Un domingo atípico se vivió en el ambiente del tenis argentino. Después de tantos años de alegrías y triunfos épicos hoy se vivía el momento más crítico de los últimos 12 años en esta competencia tan deseada como es la Copa Davis. El equipo nacional llegaba al día domingo 1-2 frente a Israel sin margen de error si lo que quería era conservar su plaza en el Grupo Mundial 2015. La derrota en 5 sets del dobles de ayer ponía contra las cuerdas a los capitaneados por Martín Jaite y el famoso “fantasma de la B” que asustó y condenó a varios equipos en el fútbol ahora se trasladaba al tenis.
 Claro que las chances de dar vuelta la cuestión existían. La jerarquía de los equipos así lo demostraba (por lo menos en ranking). Pero las dudas que habían dejado los protagonistas en los primeros tres puntos (inclusive en la victoria de Leonardo Mayer el viernes) más la presión que significaba perder y descender dejaba todo bajo un manto de incertidumbre. Mayer, quien el mismo reconoció no haber jugado bien en su victoria del primer día, se medía ante un el número 1 isralí Dudi Sela que si bien había doblegado a Charly Berlocq nunca fue  un claro dominador de ese encuentro. La diferencia de más de 30 puestos en el escalafón del argentino  no daban garantías. Nunca las da en una serie de Davis. El nacido en Corrientes jugaba por primera vez siendo el abanderado del equipo y había llegado la hora de demostrarlo. Vaya si lo hizo. Borró de la cancha al pequeño jugador europeo con un categórico 6-2 6-1 y 6-4 con un nivel propio del vigésimo quinto hombre del planeta. Sólido, plantado, con un saque demoledor y una derecha intratable “yacaré” rozó la perfección levantando la mano para ser una opción más que valorable pensando en el futuro.
Llegó el turno de Charly Berlocq que con más garra que técnica se ganó el mote de “gladiador” en los últimos años. Desde antes de salir a la cancha se sabía que el principal rival del chascomunense  iba a ser más el ambiente y la circunstancia que el rival. El ignoto Bar Botzer, 774 del mundo, en un partido normal poca fuerza le puede hacer a alguien quien lleva años consolidado en el circuito. Y eso se notó a las claras. Berlocq se enfocó en lo suyo y aplastó al chico de 20 años cediendo apenas 6 games en todo el partido. La historia estaba definida. Felizmente definida.

 Argentina dio vuelta una serie que algún momento se puso demasiado negra y  no perderá la plaza en la elite que mantiene desde el 2002. Ahora será hora de barajar y dar de nuevo. Con otro capitán, con otro cuerpo de trabajo pero con la intención de volver a los primero planos. Para que eso suceda se necesita la vuelta de Juan Martín Del Potro quien, según manifestó el presidente de la Asociación Argentina de Tenis Arturo Grimaldi días atrás, tendrá una importante injerencia en la elección del nuevo conductor. Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla. Lo cierto es que hoy poco importa el mañana. El equipo se sacó una mochila de una incontable cantidad de kilos justificando un festejo en el que mandaron a la promoción bien, bien lejos pero reconociendo que la misma los hizo parir. Y mucho. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario