miércoles, 28 de noviembre de 2012

ESTO ES RIBER PLATE


  ¿Dónde estás?, ¿A dónde te llevaron?, ¿Qué te hicieron?, VOLVÉ ¡POR FAVOR!, ¡¡¡NO SABES COMO SE TE EXTRAÑA!!
  Yo nací hincha de River y mientras tomaba la mamadera veía como un joven Ariel Ortega recibía la pelota antes de entrar al área y como venía  la metía por arriba de Navarro Montoya en La Bombonera. Fue una goleada histórica que había empezado  con la exquisita definición del gran Enzo en el penal. Prácticamente aseguramos un nuevo título en el Superclásico de visitante. Iba a jardín cuando ganaste la Copa Libertadores (esa para la que hoy  parece una utopía ¡clasificarse!) con como una multitud impactante alentándote. Crecí  viéndote tricampeón y con la costumbre anual de verte festejar siempre.
   Es cierto, me comí golpes también: fui testigo del mejor Boca de la historia quien fue el responsable con sus éxitos de amargarme infinidad de veces, pero infinidad ¿eh?  Palermo rengo,  2 a 1 al Madrid, por penales al Milán, el penal de Maxi López, cuatro Libertadores y demás títulos internacionales y unos cuantos locales. Fueron muchas las amarguras. Pero que tu rival gane no te quitaba la grandeza. Los Francescoli, los Ortega, los Solari, los Aimar, los Saviola, los Angel, los Cavenaghi, los ALMEYDA… Siempre te mantenían ahí arriba, sin perder el lugar donde te habían colocado los Di Stéfano, los Moreno los Pedernera, los Loustau, los Carrizo, los Alonso , los PASARELLA...
  Que cambiado estás. Y lo peor de todo es que no cambiaste, te cambiaron y sin aviso. No te mereces esto. A mí me educaron con la idea de que no hay que  faltarle el respeto a los grandes, y vos sos INMENSO, o lo eras. Por que vos no sos ese River que enamoró a la mitad del país, vos sos otro. Sos un club al  que los dirigentes entran con un “fitito” y se van en un Lamborghini y nadie controla eso, sos un club mentiroso, estafador e ingenuo que piensa que con dibujar un balance y criticar  a los de los otras instituciones puede dejar tranquilo a los socios que votaron sus autoridades. Sos alguien que queda eliminado de la Copa con el Caracas de Venezuela y protagoniza “la” vergüenza del siglo contra San Lorenzo en el mítico Monumental. Para “reforzarte” llegan jugadores como Robert Flores, Gustavo Canales, César Paniagua o el "ogro" Fabbiani. ¡Vos te fuiste a la B! Y como agradecimiento corriste a patadas a los dos únicos ídolos que volvieron para ponerle el pecho a la situación. Y para seguir en la misma senda despediste, a las dos de la mañana y por teléfono, a un hombre que se bancó las mil y una solo por amor al club que creía ser el mismo que lo vio lucirse con su camiseta en los 90. No Matías, ese River no está más.
 Es una pena, una tristeza, una desilusión que te hayan desaparecido así. Quizás a mi no me duela tanto, (desde que me di cuenta de que el deporte más lindo del mundo es un negocio en este país ya no me considero lo fanático que tal vez era de más chico) pero hay millones y millones de personas en el mundo que todo esto les duele un montón y piden a gritos la vuelta del club que ellos conocieron y que no saben dónde está. Porque este RiBer Plate que hace rato intenta tomar su lugar es INMENSAMENTE chico comparado con el RiVer Plate que todos conocimos.

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