martes, 11 de septiembre de 2012

WELCOME MR. MURRAY

Era el momento. La sensación del “ahora o nunca” se apoderaba de todo el mundo tenis y en especial de su cabeza. Fueron  esas presiones (la del record 0-4 en finales de Grand Slam, la del primer británico en conseguir un torneo de esa jerarquía desde 1936 y la de sentirse afuera de la elite del mundo tenístico por ser el único de los cuatro “monstruos” dueños  del circuito desde hace varios años que nunca había podido alzar ninguno de los cuatro eventos más importantes) las que hacían suponer que después de Novak Djokovic empatara la final en dos set  luego de haber perdido tan ajustadamente los dos primeros, a Andy Murray se le podía venir todo en picada y caer en una nueva final en el US Open, pero con el agregado de que ésta vez estaba casi ganada.
Este deporte se trata de de momentos, y más en partidos largos, y más en una final de Grand Slam. El escocés se llevo las la primera manga de manera muy ajustada en tie-break en casi una hora y veinte minutos de puro talento, y luego, rápidamente, se adelanto 4-0 en el segundo. Sin dudas era su momento. Pero apareció el incansable serbio que ganó cinco juegos consecutivos y se puso adelante. De pronto el momento había cambiado. ¿Y entonces cómo  explico que ese segundo parcial se lo llevó el nuevo número 3 del mundo? Y…. fue MUY indeciso el señor momento.
 Categóricos. Esa me parece que es la palabra adecuada para describir lo que fueron el tercer y cuarto set: 6-2, 6-3 a favor de Djokovic que volvió a meter la pelota adentro, dejó de lado los errores tontos y se acercó mucho más a ese jugador intratable que había eliminado a Juan Martín Del Potro un par de noches atrás. Parecía que empezaban a pesar los 5 títulos de Grand Slam que posee el campeón de este torneo en 2011 contra las cuatro puertas que se le habían se habían cerrado en las narices a Murray y que le prohíba hasta ese momento entrar al Olimpo del tenis.  No había ningún tipo de dudas que el favorito para el quinto era Novak,  por que  venía con el ánimo en alza y porque a su rival de pronto se le sumaban oponentes: El primero era el jugador que tenía en frente (el mejor tenista de los últimos 18 meses), el segundo era su propio físico (había evidenciado problemas para caminar al empezar el tercer set) y por último él mismo y a su propia historia (sabía que NO PODÍA PERDER ESTE PARTIDO!!!).  ¡Linda definición se iba a venir che!.
 Si se analiza el partido se llega a la conclusión de que un quiebre de servicio no hacía la diferencia: hubo 16 break points concretados a lo largo de todo el partido demostrando las irregularidades en los servicios de ambos “craks”. Sin embargo esa ruptura por parte de Andy al comienzo esa manga le sirvió para pasar nuevamente a ganar y así darse ánimo de cara al final. El nacido en Dunblane el 15 de mayo de 1987 volvió a conseguir la increíble profundidad y precisión del comienzo del partido con lo que le permitía volver a ser el que tome la iniciativa de los puntos dejando al de Belgrado  más de una en vez extrema defensa.
“Nole” es el que sufría con el físico ahora y  lo hacía público. Con sus cada vez menos esporádicas elongaciones demostraba que los músculos no respondían al 100%. A partir del 3-1 Murray comenzó a sentirse cada vez más seguro y en base a un buen servicio y acertadas devoluciones dejaba otra vez contra las cuerdas a su amigo con el que se enfrenta desde la época de Juniors. Un nuevo quiebre dejaba 5-2 y saque al dueño de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres y estaba a un solo juego de consagrarse, de una vez por todas, campeón de un Grand Slam. Segundo match point, devolución furiosa de Djokovic que no encuentra cancha y Murray en cuclillas mirando atónito a su banco parece no creer el 7-6 (10) 7-5 2-6 3-6 y 6-2 que después de 4 horas y 58 minutos lo hacía ganador  del US Open 2012.
 Parece un gran acierto que el escocés haya elegido a Ivan Lendl como entrenador para que le trasmita sus experiencias de haber perdido tantas finales y al igual que como le ocurrió al checo en su increíble carrera conseguir en la quinta su primer título. Luego habrá que ver si el alumno supera las 8 coronas de GS del maestro. Además el británico se sumo a Del Potro en el grupo de campeones de grandes fuera del impresionante tridente que componen Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic desde 2005. Y como si fuera poco se quedo con el tercer puesto del Ranking mundial desplazando al lesionado Rafa.
 Andy Murray a partir de hoy pesa muchos kilos menos y no necesito hacer ningún tipo de dieta para eso. Con este triunfo se pudo sacar una mochila sumamente pesada que llevaba puesta desde que apareció en el circuito demostrando todo su talento que lo “condeno” a cargar todas las ilusiones de los británicos (pioneros de este deporte) que no veían un compatriota en lo más alto de un Grand Slam desde Perry a mediados de la década del 30. Este chico se  bancó  toda esa incomodidad, sobrepuso a las adversidades, no se rindió y hoy ve como se le abre de par en par esa puerta que lo lleva directo ese Olimpo del tenis en el que habitan un selecto grupo de colegas que parecen decirle: “Bienvenido señor Murray, lo estábamos esperando”.




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