domingo, 16 de septiembre de 2012

NADA COMO IR JUNTOS A LA PAR


 Desde que Argentina volvió al Grupo Mundial de Copa Davis en 2002 ganó las diez primeras ruedas que le tocaron  y así año a año  logró asegurarse un  lugar en la primera categoría de la competencia por equipos más importante del tenis, objetivo que no consiguió ni siquiera la poderosa España. También es el país que más veces llegó a las semifinales en la última década con cinco y es junto con Australia  la segunda  nación que disputó mayor cantidad de finales en este  siglo, solo superada por los ibéricos. Claro está que todas estas estadísticas positivas pierden validez cuando se menciona una sola negativa: históricamente somos el equipo que  más veces llegó a la final y todavía no la ganó. Duele.
Particularmente mientras transcurría la semana y se acercaba el comienzo de la serie con Republica Checa sentía nervios, muchos nervios. Era raro porque desde que empecé a seguir fielmente esta maldita copa (allá por 2005, 2006) nunca me había pasado algo así inclusive en ninguna de las tres finales. Quizás que en vez de periodista debería estudiar brujería porque en este caso parece que preveía el panorama negro que hoy  rodea a todos los que somos fanáticos de este deporte.
 Incluso con la ya  anticipada baja de David Nalbandian Argentina seguía siendo favorita para pasar el escollo checo y llegar a su quinta final de la historia y tercera en 6 años. La ecuación era más o menos así: Del Potro vence a Stepanek, Mónaco pierde dándole pelea a Berdych, el dobles era el punto más difícil en el que sería una derrota previsible y el domingo se lo da vuelta con los triunfos de “delpo” sobre el número seis del mundo y de “pico” ante el veterano jugador que debía sentir el desgaste de haber jugado los tres días. Juan Martin hizo su tarea en primer turno del viernes ganando relativamente fácil y rápido y puso al equipo adelante 1 a 0. Era el turno del otro Juan que está viviendo su mejor temporada en la cual ya se metió por primera vez en su vida al top ten, consiguió tres títulos este año y todos sobre polvo de ladrillo superficie preferida suya y en la que se jugó está semifinal. En realidad el argentino entraba de punto a la cancha simplemente porque en frente tenía a alguien que se mantiene en la elite del tenis desde hace más de cinco años,  que venía de quedar entre los cuatro mejores del último Grand Slam de 2012 y con el que había perdido las seis veces que se habían enfrentado, pero Mónaco hoy es uno de los mejores jugadores de canchas lentas y puede ganarle a casi todos en este tipo de terreno. En un partido sumamente extraño el tandilense llegó a estar 2-1 en sets y 4-2 en el cuarto lo que hacía suponer que los capitaneados por Martín Jaite iban a cerrar un primer día perfecto. Pero ahí apareció el mejor repertorio del visitante que consiguió ocho juegos seguidos y se llevó un partido muy irregular ganando 6-4 en la quinta manga.
 El sábado fue uno de los peores días para el país en  la Copa, no solo porque en el dobles se dio la lógica derrota en set corridos de Eduardo  Schwank  y el debutante Carlos Berlocq ante los mismos jugadores que habían visto acción el día anterior, si no por la baja de Juan Martín Del Potro para el día domingo. La muñeca que lo tiene a maltraer desde hace más de un mes le impedía a la mejor raqueta del equipo jugar el cuarto punto de single ante Berdych y nuestras chances de reeditar la misma final del año pasado con los españoles eran casi nulas. Baldazo de agua fría en pleno Junio.
 Sin embargo no había que perder la del todo la esperanza, porque si bien Berlocq tiene un ranking bastante inferior al de su reemplazado (y por ende también al de su rival), el nacido en Chascomús también está viviendo un año excelente y a base de buenos resultados se clasificó para ser uno de los cinco tenistas nacionales que formaron parte de la delegación que representó al país en los Juegos Olímpicos de Londres y dos meses después fue convocado por primera vez a sus jóvenes treinta años para integrar el equipo argentino en una semifinal. Además había que tener en cuenta que en esta competición se producen las mayores sorpresas de este deporte ya que se juega en un ambiente futbolero y el público toma un papel preponderante en el partido, cosa que en el circuito mundial no pasa.   
 Pero no. “Charly” hizo lo que pudo ante un rival que estuvo incluso más inspirado que el viernes y cuando este muchacho juega así es casi invencible. Fue una derrota en tres sets pero muy digna del argentino que jugó bien hasta donde lo dejaron pero obviamente no alcanzó.  Con esta victoria Republica Checa conseguía dar el golpe, romper el invicto de Argentina en el Parque Roca y llegar a su cuarta final en la que busca por segunda vez  ese título que ya consiguió de la mano del gran Ivan Lendl en 1980. ¿Su rival? España, claro.
Está derrota duele y mucho. Parecía que la mesa estaba servida para comer por primera vez de la “ensaladera” más sabrosa del mundo tenis, sin embargo por h o por b el destino deportivo no nos ve preparado para eso y después de ver la salida de los jugadores hoy del estadio le doy la razón. Para ser campeón de Copa Davis tenemos que colaborar todos: empezando por los jugadores y el capitán, pasando por la dirigencia y terminando por el público. ¿Los IMBECILES que silbaron al equipo cuando se fue de la cancha pensarán que así están ayudando?. Gente no se confunda, a mi me encanta el clima que se vive cuando somos locales pero por más que se parezca esto no es fútbol… Esté  es un deporte de caballeros. Si de verdad queremos sacarnos está espina que tenemos clavada y que cada vez duele más la única forma es hacerle caso al gran Papo e ir TODOS juntos a la par.







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